Un enfermo crónico en casa: Lo principal es hablar de los cambios.

Cuando una persona recibe el diagnóstico de que tiene una enfermedad crónica, entendiéndose de manera práctica a esta como que no se va a curar de la enfermedad o que es lo mismo va a vivir con ella para siempre, ocurre de manera innegable cambios en la persona y en el núcleo familiar.

Dentro de esos cambios hay uno que se va adueñando poco a poco de la vida tanto de la persona enferma como del núcleo familiar y es que todo comienza a girar en el marco de la persona enferma. Entonces el día a día transcurre en hablar de dietas, síntomas, medicamentos, exámenes de laboratorio, solicitar la cita medica, conseguir el dinero o la ayuda para los medicamentos. Mas adelante la tolerancia de los medicamentos, búsqueda de nuevas terapias, esperanzas de curación y paremos de contar.

Y no digo que esto esta mal, por que realmente son procesos necesarios, lo que digo es que hay que darle a cada cosa su tiempo y espacio. Si no se hace, cosa que hay que aprender y los pacientes deben ser orientados a como organizarse, se corre el riesgo que la enfermedad se adueñe de la vida no solo del paciente, sino también de los miembros de la familia.

Algo que hay que entender es que, obligatoriamente habrán cambios individuales y grupales en el entorno familiar, pero esos cambios deben ser asumidos, conversados, identificados a tiempo y sobre todo canalizados para que la vida continúe en el mejor ambiente de convivencia posible para todos.

Aquí es donde esta la clave, pensar en todos los miembros de la familia que conviven directamente con el paciente , de no hacerlo, los cambios se van a ir gestando de manera silenciosa, disfuncionales y se instalaran de tal forma que se corre el riesgo que la enfermedad se adueñe no solo del paciente, sino, de la familia.

Buscar asesorías y orientación desde el primer momento del diagnóstico es necesario, sin embargo, generalmente se hace cuando la familia esta en conflicto o cuando otros miembros de la familia se enferman.

El hecho de tener una enfermedad crónica no quiere decir que tengas que vivir sufriendo, solo tienes que saber como orientar tus días y aprender que el bienestar lo puedes construir.