Ustedes no tienen idea de cuantas veces he escuchado esta pregunta de mis pacientes, Dra. dígame algo : ¿Por que a Mí? no se imaginan lo difícil que es responder esa pregunta a una persona que se encuentra con el diagnóstico reciente que tiene una enfermedad crónica.
Y la dificultad para mi se centra en dos razones, la principal es que ese paciente llega ( de manera inconsciente)buscando una respuesta que le fortalezca su papel de víctima y le diga que el no tiene la culpa de su enfermedad. La segunda es que lamentablemente si bien la mayoría de las enfermedades crónicas, tienen elementos de relación genético- familiar que las predisponen, es decir que de alguna forma favorecen a que una persona enferme, el mayor porcentaje de las causas esta en los estilos de vida y en lo que como personas individuales decidimos hacer con nuestro cuerpo físico, es decir como lo alimentamos, como vivimos nuestras relaciones sexuales, como manejamos nuestro día a día y manejamos nuestras emociones.
Entonces ese paciente quiera que le diga que la enfermedad la adquirió no se a través de la brisa cuando realmente cada uno de nosotros es responsable del trato que le damos a nuestro cuerpo físico. Por lógica si le digo eso al paciente con la fragilidad emocional en que llega a mí no se queda en la consulta o le causo un daño emocional mayor.
Es aquí, en este punto en donde entra el arte, la empatía, el conocimiento y la sabiduría para hacer que el paciente pueda abrirse a entender que en el punto en el que se encuentra buscar a quien culpar por su enfermedad no le traerá ningún beneficio y asegurarle que eso lo entenderá en el momento que deba entenderlo siendo lo importante en ese momento y a partir de ahora, aprender que es lo puede hacer para poder vivir con su enfermedad y aún así tener bienestar físico, mental y social.
Toda persona con un diagnóstico de enfermedad crónica debería poder contar con una persona de confianza que le guie y le ayude a la madurez emocional que necesita para poder vivir con su enfermedad.