Hablar de alimentación saludable no es sinónimo de sufrimiento

Por alguna razón cuando leemos o nos hablan de alimentación saludable, automáticamente lo asociamos a dietas dolorosas, comida insípida y alimentos costosos. la verdad es que hay un gran error en esa preconcepción de lo que es una alimentación saludable.

Por esta razón, lo primero es entender cuales son los efectos que tendremos al mejorar nuestra alimentación.  

Los efectos no solo serán visibles a simple vista, en nuestro aspecto físico,si no, que todo nuestro organismos sera beneficiado. Veamos solo dos aspecto de estos cambios:

1.-Mejora en el sistema inmune: debido a la estrecha relación entre el sistema inmune y los nutrientes, mantener una alimentación balanceada hace que este se defienda de una manera más eficiente. De tal manera que se recomienda aumentar el consumo de vegetales y de frutas, así como de cereales integrales, legumbres, grasas saludables, alimentos probióticos y proteínas magras. Y reducir (o incluso eliminar) los alimentos procesados, el exceso de azúcares añadidos, las grasas saturadas y el exceso de sal.

2.- Mejora en el estado de ánimo: una alimentación saludable, aparte de ser beneficioso para nuestra salud, también nos hace más fuertes y positivos psicológicamente. Esto se debe a que el sistema nervioso utiliza, para comunicarse entre sí, unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores, que se crean y sintetizan a través de lo que comemos. Entre estos neurotransmisores se encuentra la serotonina, que afecta de forma directa en el estado de ánimo. Por eso, es importante elegir los alimentos correctamente.

Además de esto, una alimentación balanceada y saludable mejora la energía y la vitalidad ya que el organismo consigue energía para realizar sus actividades a partir de los alimentos. 

Así que si aún no te animas a dejar de lado lo que no te hace bien, quizá esta información te haga cambiar de parecer.

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