Los profesionales de la salud, frecuentemente hablamos de los avances de la tecnología, de los nuevos descubrimientos y de lo que se está hablando de la medicina cuántica en la actualidad, sin embargo, hay un punto sobre el cual no solemos reflexionar y que es importante porque representa un reto más al atender una persona que requiera de nuestros servicios, y se trata de los cambios de las personas como ´pacientes.
Anteriormente los médicos y enfermeras nos encontrábamos con pacientes que hacían referencia a los tratamientos que habían recibido familiares y amigos que padecían su misma enfermedad, por citar algo: “ Dra. Por qué no me manda el medicamento llamado glibenclamida , porque mi prima tenía diabetes y se curó con eso”. En ese momento, se explicaba y educaba al paciente referente a el tema siendo las respuestas aceptadas por el.
Sin embargo, el paciente de la época actual, con la influencia de las redes, llega a nuestras consultas teniendo una preconcepción de la enfermedad, y del tratamiento, no solo desde el punto de vista alopático , sino, que muchos hacen referencia a temas que tienen que ver con medicina natural, con Chakras, energía, de igual forma tienen otra visión sobre los medicamentos farmacológicos, es decir, estamos ante un paciente con una mirada cosmopolita de su condición de salud.
Esta situación , desde mi perspectiva como médico clínico y ahora como Coach de bienestar de personas que viven con una enfermedad crónica exige al médico independiente de su área y del tipo de medicina que practique dos acciones:
1) que sepa dar respuesta clara a las inquietudes y preguntas que tiene la persona. Eso requiere ser suficientemente objetivo para que independiente de su especialidad, no denigrar de la otra ciencia o área a la que el paciente le ha hecho referencia, sino, dar respuestas directas, no emotivas y mencionar que no tiene experiencia en la materia aun cuando sea, que no crea en ella.
2) ampliar su margen de conocimiento en otras áreas más allá de su formación académica, al menos a nivel informativo.
Sea como sea el paciente de hoy día, de la era de la Inteligencia Artificial es totalmente diferente al del siglo pasado que generalmente cerraba los ojos a lo que el profesional le decía , sin cuestionar muchos menos investigar. Hoy llega no solo con un posible diagnóstico y tratamiento preconcebido, sino, con muchas dudas sobre otras terapéuticas transformándose así en un paciente de mayor reto para lograr generar la confianza médico/paciente y la adherencia a la terapéutica indicada.